Control cerebeloso del movimiento
CEREBELOSO
El
cerebelo es una parte importante del sistema motor. En realidad, es como un
coordinador de todos los otros mecanismos responsables del movimiento recibe
aferencias de diferentes regiones que aportan información necesaria para
regular adecuadamente los movimientos y, a su vez, envía eferencias a las
regiones cerebrales del sistema nervioso implicadas en los movimientos. Todas
esas aferencias y todas esas eferencias forman como grandes circuitos
neurológicos que pasan por el cerebro.
Los
científicos postulan la existencia de tres grandes circuitos cerebeloso que
recogen esas aferencias y eferencias
LOBULO FLOCULONODULAR
El
lóbulo floculonodular recibe aferencias del sistema vestibular que le manda
información sobre la postura y el equilibrio. Además, procesa la información
que ha recibido y para que nuestra postura y equilibrio sean mejores proyecta
axones a los nervios vestibulares; de esta manera se establece la postura
correcta.
VERMIS
Situado
la línea media del cerebelo, recibe información auditiva y visual del tectum.
Por otro lado, la medula espinal envía información cutánea y cinestésica también
al vermis de cerebelo.
Las
neuronas del núcleo fastigal remiten sus axones a varios lugares diferentes:
por un lado, a los núcleos vestibulares por otro lado a los núcleos motores de
la formación reticular.
Las
neuronas del cerebelo controlan la conducta mediante los fascículos
vestibuespinales y reticuloespinal.
CORTEZA
El
resto de la corteza cerebelosa (zona intermedia y lateral) recibe la mayor
parte de sus aferencias desde la corteza cerebral.
El
circuito se origina con las aferencias que la corteza motora primaria y la
corteza de asociación envían a la zona de la corteza cerebelosa a través del
núcleo reticular pontino.
A
pesar de que la corteza motora es la que planifica e inicia esos movimientos,
no tiene los circuitos necesarios para automatizar las secuencias complejas y
exactamente programadas de las contracciones musculares que intervienen en esos
movimientos rápidos de precisión. Por esa razón recurre al cerebelo que es el
que asume esa automatización. además, la zona lateral del cerebelo recibe
información somatosensorial sobre la posición actual y sobre la frecuencia de
los movimientos de las extremidades. Esta información es necesaria para
analizar los detalles de un movimiento de tal manera que ocurre lo siguiente:
en primer lugar, la corteza motora empieza el movimiento; en segundo lugar, la
zona lateral de la corteza del cerebelo es informada del inicio de ese
movimiento; en tercer lugar, los resultados de ese calculo son enviados al
núcleo del dentado cuyas neuronas transmiten esa información al tálamo
ventrolateral, el cual la proyecta a la corteza motora primaria. De esta manera
el cerebelo puede modificar un movimiento en curso que había sido iniciado por
la corteza cerebral. Además, la zona lateral de la corteza cerebelosa envía
proyecciones al núcleo rojo y así la corteza lateral del cerebelo controla los
movimientos independientes de las extremidades a través del sistema rubro
espinal. Dicha zona lateral de la corteza cerebelosa recibe también información
desde los lóbulos frontales sobre los movimientos inminentes (ya programados y
hecho las consecuencias) el cerebelo contribuye a modular e integrar esos
movimientos que estamos a punto de empezar mediante sus conexiones con la
corteza motora primaria y el núcleo rojo a través del núcleo dentado y del
tálamo ventral.
Cuando
los sujetos humanos sufren daño en el cerebelo, sus movimientos
se
vuelven convulsivos, erráticos y descoordinados. Los síntomas son diferentes
según
la zona del cerebelo que este dañado:
lesiones
el lóbulo floculo modular ó vermis :
alteraciones
en el control de la postura o en el equilibrio.
zona
intermedia de la corteza cerebelosa:
Las
personas presentan déficits en los movimientos controlados por el sistema rubro
espinal y además pueden presentar rigidez en las extremidades.
Lesiones
cerebrales en corteza lateral del cerebeloso:
Las
personas presentan debilidad en sus movimientos y descomposición de ellos. Las
lesiones aquí parecen también alterar la secuencia temporal de los movimientos
y es que el cerebelo calcula el tiempo que cada musculo antagonista para
detener ese movimiento.
El
cerebelo es el responsable de la duración es el responsable de la duración de
los movimientos rápidos y a través del aprendizaje motor aprendemos esa
programación y nos salen ya esos movimientos en automática. Por ejemplo, tanto
un relojero como un cirujano tienen que realizar movimientos muy precisos para
sus profesiones, pero para ello tienen que realizar los movimientos pertinentes
de manera automática.
Parece
ser que el cerebelo también interviene en la integración de secuencias
sucesivas de movimientos que han de ejecutarse uno después de otro.
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